El entrenador de insectos

escribe Laura Desmery▹
¿Sabe usted quién es Ladislaw Starewicz? Los inicios de una técnica que revolucionó la historia de la animación... con bichitos.


Los insectos no son la cosa más agradable del mundo. Pero existen raras excepciones y debemos admitir que nuestros prejuicios se basan pura y exclusivamente en la morfología general, el color y la cantidad de patas. Desde hace mucho tiempo (tal vez desde siempre) hay personas en todo el mundo que se dedican al estudio de estos curiosos seres, como lo hizo el ruso Ladislaw Starewicz. Nacido en Moscú en 1882 fue un importante biólogo, naturalista, gran observador y dibujante. En 1910 fue nombrado director del Museo de Historia Natural en Lituania, que en ese momento formaba parte del Imperio Ruso. En sus primeros años en la dirección del Museo aprovechó las nuevas tecnologías y se dedicó a filmar películas documentales sobre el comportamiento de ciertos animales. Para su quinta realización, Ladislaw quiso grabar las peleas y el apareamiento de los escarabajos y se le presentó un enorme problema: los escarabajos son insectos nocturnos y cuando prendía la luz, aunque estuvieran en medio de una batalla campal, se daban media vuelta y se escapaban a algún lugar más oscuro. Empecinado con este documental encontró una original solución que, aunque usted no lo crea, marcaría un antes y un después en la historia de la animación.
Inspirado en la técnica del stop motion que había sido usada por el animador francés Émile Chol1, estudió las peleas de sus escarabajos una y otra vez con minuciosidad. Más tarde agarró dos escarabajos muertos, les cruzó un par de alambres por acá y por allá y con eso fue suficiente para transformarlos en muñecos que podía animar pose por pose. Plantó todas las luces necesarias y comenzó a sacar fotos. Los primeros muñecos de stop motion fueron, efectivamente, escarabajos muertos. Ladislaw le encontró cierta gracia a todo esto: comenzó a disecar insectos, desarmarlos y volverlos a armar de manera que su estructura fuera manejable.
Muchos de sus experimentos y sus primeros cortos se perdieron en el tiempo; sin embargo no faltaba mucho para que su obra cobrara una trascendencia que le abriera las puertas a la fama. Es así como en 1912 estrenó una de sus obras más destacadas: Mest kinematograficheskogo operatora (La Venganza del Camarógrafo), una historia de amor entre una libélula, un escarabajo y una mantis, que entre sus personajes incluye ranas que bailan e insectos andando en bicicleta. Sólo una pregunta le quitaba el sueño a su público: ¿cómo había logrado entrenar a los insectos para que hicieran lo que él quería? Respetuoso como él sólo, nunca respondía la pregunta para no poner en ridículo a los grandes críticos del cine. La magia se rompió después de su cortometraje Rozhdyestvo Obitatelei Lyesa (La navidad de los insectos), que comienza con un árbol de navidad de donde cuelga un muñequito. Nos podemos imaginar el click que sonó en la cabeza de sus seguidores cuando el muñequito cobró vida.
En la década del veinte, con la revolución en Rusia, Ladislaw abandonó su país y pasó a residir en Francia donde continúo con sus producciones filmográficas. Los tiempos de la Segunda Guerra Mundial fueron tiempos difíciles para la mayoría de los animadores de los países participantes. La locura de la propaganda, sin embargo, no alcanzó a Ladislaw, que se mantuvo fiel al arte. Sus películas cada vez fueron mayores en duración y en producción: dejó de lado los cadáveres y comenzó a utilizar muñecos realistas de animales más grandes. A lo largo de toda su carrera realizo más de sesenta films, entre los que cabe destacar particularmente Le Roman de Renard (La historia del zorro) estrenada en Francia en 1930. Tardó aproximadamente diez años terminarla y fue la tercera película animada con sonido2: hoy por hoy muchos consideran que fue su mejor film. Ladislaw Starewicz animó hasta el final de sus días. Literalmente, porque su última obra, Comme Chien et Chat (Como perro y gato), fue estrenada el año de su muerte.
El uso de muñecos o puppets para la técnica de stop motion es muy común en la animación de hoy por su practicidad y en los últimos años se ha desarrollado muchísimo3. Muchas superproducciones utilizan muñecos complejísimos con estructuras internas de articulaciones resistentes. En ocasiones, para mostrar cada acción y emoción a gusto del director, se realizan decenas de muñecos por personaje, cada uno con una estructura o característica en particular. Además de las películas estrictamente animadas comolas que realizaba Starewicz¸ el stop motion fue ampliamente utilizado para lograr efectos especiales, como hizo Ray Harryhausen en King Kong (1933) y Jason y los argonautas (1963). Películas como El extraño mundo de Jack (1993), Jim y el durazno gigante (1996), las más recientes Coraline (2009) y Paranorman (2012) ola serie de películas de Wallace y Gromit llevan el uso de puppets un paso más allá: en vez de tener muñecos con una sola cara, tienen muñecos multifacéticos con cabezas intercambiables para resaltar la expresividad y facilitar el doblaje. La técnica se llama animación por sustitución y fue inventada por un hombre llamado George Pal. Pero ésa es una historia para otro mes.

La venganza del camarógrafo (1912) - Ladislaw Starewicz



1. El stop motion es una técnica que consiste en sacar fotos a medida que se mueve, paso a paso, el objeto que se desea animar. Las fotos se compilan a una velocidad de fílmico (24 o 28 fotos por segundo) y se logra, como por arte de magia, la animación final. Emile Chol, unos de los pioneros de la animación tanto en ésta técnica como en la animación tradicional, es famoso por introducir la animación en Europa. Su trabajo más famoso es Fantasmagorie.
2. La primera película animada con sonido fue Peludópolis (1931)del argentino Quirino Cristiani; la segunda, Novyy Gulliver (1935) del soviético Aleksandr Ptushko. Esto, claro, sin contar las obras de Émile Reynaud.
3. En este link se puede ver la realización de uno de los puppets de Paranorman (2012).
Ilustración por Julián Rodríguez F.Abril 2014