escribe Matías Rodríguez F.▹
Un paseo obligado en las vacaciones de invierno. Si usted no sintió tal obligación, lo mínimo es leer esta nota.
Un paseo obligado en las vacaciones de invierno. Si usted no sintió tal obligación, lo mínimo es leer esta nota.
Pasó julio y con él las vacaciones de invierno. Durante dos semanas, miles de chicos y no tan chicos aprovecharon al máximo la oferta cultural que la Ciudad de Buenos Aires les ofrece. Con un despliegue inédito en dos sedes, la 24º Feria del Libro Infantil y Juvenil fue una cita obligada en la agenda de los jóvenes.
La edición 2014 de la Feria del Libro Infantil y Juvenil apareció por duplicado. Tanto el Espacio Dorrego, ubicado en el barrio porteño de Colegiales, como el predio de Tecnópolis, en Villa Martelli, fueron anfitriones de esta nueva versión doble. Desde el 14 de julio hasta el 2 de agosto, con entrada libre y gratuita, la muestra funcionó con sus propuestas tradicionales. Dividida en pabellones temáticos, las ofertas de la exposición se agruparon en varias zonas: la Zona Creativa, la Usina Joven, una biblioteca abierta a todo público, auditorios para espectáculos y presentaciones de libros, el Rincón de Ciencias, la Zona Cuentos y el Rincón del Arte. Allí funcionaron, durante veinte días, talleres de escritura y lectura, proyecciones de cine, espacios para el arte y obras de teatro. Entre las actividades se destacaron la presencia del escritor y músico Luis Pescetti, quien presentó su nuevo libro Alma y Frin; varias presentaciones de los espectáculos del Teatro La Galera Encantada; y la participación de la actriz Laura Esquivel en un taller de lectura de cuentos.
Para los asiduos concurrentes a la versión tradicional de la Feria del Libro en La Rural, no fue difícil advertir que la edición juvenil guarda muchas similitudes estéticas y fisonómicas. Aunque en un espacio más reducido, la lógica de los stands con diversa oferta de editoriales, espacios institucionales y auditorios se mantuvo. A su vez, buena parte del predio del Espacio Dorrego se dedicó a sumar más actividades interactivas y lúdicas con un destinatario claro: los chicos.
Para el cierre, y con la participación de una quincena de autores, el pasado 1 y 2 de agosto se presentó el 5º Festival de la Historieta, en donde por dos días se dictaron diferentes talleres para acercarse al mundo de la viñeta, los superhéroes y los villanos.
La Fundación El Libro, encargada de la organización la exposición, decidió este año multiplicar las sedes de la Feria del Libro Infantil y Juvenil en un ensayo que resultó un experimento muy interesante.
| “ME DA MUCHO ALIVIO Y PLACER ESCRIBIR”
El escritor y músico santafesino Luis Pescetti presentó su último libro Alma y Frin (el tercero de la serie que incluye Frin y Lejos de Frin) en el Salón Julio Cortázar de la Feria del Libro Infantil y Juvenil ubicada en el Espacio Dorrego.
Con auditorio lleno, el autor eligió leer, a modo de presentación, algunas de las aventuras de Frin y Alma. Luego, aceptó contestar algunas preguntas de los chicos presentes. Consultado por un joven sobre sus comienzos en la escritura, Pescetti respondió: “En quinto grado me di cuenta de que escribía bien. Entregué un trabajo y mi maestra no me creyó que lo había escrito”.
“Es muy placentero escribir; si no escribo, siento que me falta algo muy importante”, declaró el autor en la mini conferencia de prensa improvisada en el Salón Cortázar. Para finalizar, advirtió a los chicos con ganas de empezar a escribir que “lo más importante es tener mucha confianza”.
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| Fotografía por Matías Rodríguez F. | Agosto 2014 |
