Temporada de cangrejos

escribe Laura Desmery▹
Desde Río de Janeiro. Cangrejos en la playa y en la pantalla grande. ¿Qué pasa con los extraños de caparazón en el día a día?

Al ir parece que vengo,
al venir parece que me voy.
Adivina quién soy.

La playa se copa, muchas cabezas se esconden del sol mientras muchas panzas se abrazan a él y los pies corren de la sombrilla al mar buscando la sombra en el camino de arena. Aquellos que pasan sus días en la orilla del mar con una brisa costera no tienen idea de qué es lo que se mueve a metros o centímetros de ahí. Muchos ojos que miran libros, crucigramas, horizontes y pocos ojos que se fijan en el piso: entre la escollera y debajo de los caracoles, hay que mirar bien de cerca porque saben esconderse de la vista ligera.


EN LA COSTA
Mitad en el mar, mitad en la arena, los cangrejos se mantienen atentos a todo lo que se mueve, para esconderse o para comer. Son animales inofensivos, si bien tienen con que defenderse. De las diez patas que tienen, dos son tenazas que funcionan más como manos que como piernas. Las pinzas son indispensables para un cangrejo, son su peculiaridad: escarban, matan, defienden y conquistan. Es muy difícil que un crustáceo sin pinzas logre sobrevivir mucho tiempo, pero la realidad es que sólo tiene que sobrevivir el tiempo suficiente para su cambio de piel. Cuando los cangrejos mudan la piel dejan todo atrás, incluyendo el caparazón, y junto con el caparazón nuevo también reaparecen las pinzas y cualquier otra pata que se pueda haber perdido. Y no es lo único que se renueva en esta transición: algunas especies de cangrejos pueden cambiar de sexo, pasar de unos pequeños machos a unas voluminosas hembras.


EN EL CIELO
Civilizaciones antiguas han relacionado al cangrejo con figuras maternales y paternales, gracias a su gran fuerza. Cuenta algún mito que Hera, la esposa de Zeus, mandó a un cangrejo gigante a pelear con Hércules —a diferencia de la película de Disney, Hera proclamaba odiar a Hércules por ser hijo de alguna de las tantas amantes de Zeus. El cangrejo atrapa al héroe, que mientras tanto luchaba contra Hidra, con sus tenazas. Como era de esperarse, Hércules se libera y vence. En la batalla el cangrejo perdió su cuerpo, pero la diosa como agradecimiento lo llevó a los cielos donde hoy todavía se mantiene, escondido entre las estrellas, y dándole nombre al signo del horóscopo Cáncer. Así es, según la astrología, como las personas nacidas entre el 21 de junio y el 22 julio tienen un sentido maternal y hogareño notable; además se los considera sensitivos y comprensivos. En los cuentos e historias para niños los cangrejos hacen apariciones esporádicas pero no tienen una característica en su personalidad que los defina: así como el zorro es astuto y la tortuga es sabia, el cangrejo es…
Una de las fabulas de Buda cuenta la historia de una grulla y un cangrejo. El cangrejo sagaz logra intuir y comprender las intenciones que ocultaba la grulla y salva a los peces de un estanque. La palabra comprensión parece estar en varios lugares en relación a los cangrejos, así sean personas que comprenden las emociones del otro o cangrejos que descifran situaciones. Tristemente, hay más cuentos que los caracterizan por caminar de costado, antes que por algún tipo de personalidad fuerte, pobres cangrejos.

EN LA LUZ
Hay muchos cangrejos famosos y con personalidades distintas, a pesar de ser de la misma especie. Para empezar está Don Cangrejo, el tacaño dueño de El Crustáceo Cascarudo, cuyo único interés es el dinero de sus clientes. Este cangrejo rojo realmente existe: habita las costas de Australia y es famoso por atravesar una ciudad en su migración al mar para reproducirse. Las calles de Isla Navidad son invadidas por los cangrejos, que se meten en las escuelas y en las casas y son devueltos a su camino por los habitantes, acostumbrados a su visita.  Los cangrejos pasan, dejan sus huevos y vuelven a los cerros: el mismo camino que, al cabo de unos meses, sus crías tendrán que caminar para reunirse con los padres.
A esta misma especie también pertenece Sebastián, el cangrejo de La Sirenita, aunque hay que admitir que su procedencia es bastante dudosa. Como algunos podrán recordar, Sebastián tenía un marcado acento cubano en la versión latina; lo curioso es que existe un cangrejo en Cuba que hace una migración similar a la del cangrejo australiano. Pero en el doblaje original al inglés, Sebastián tiene acento jamaiquino, que hace un equivalente extraño con el cubano, ya que lo que se buscaba era la tendencia musical presente en Bajo del Mar. Es extraño, de un modo u otro, que haya resultado de esta manera, ya que en un principio los realizadores habían considerado que el personaje de Sebastián fuera británico.
Por otra parte, como muchos otros animales, el cangrejo tuvo sus apariciones en las películas de terror. En 1957 se estrena El ataque de los cangrejos gigantes: nacidos bajo los efectos de la radiación, unos cangrejos enormes toman por asalto una isla del Pacífico, se comen a la gente y, a medida que se los comen, adquieren el poder de usar sus mentes humanas. Un grupo de científicos lo estudian a partir de una tenaza que pierde en batalla y logran descifrar que cuando el cangrejo se pone en contacto con la electricidad se hace polvo a causa de una cualidad de sus átomos. El cangrejo gigante también hace su aparición en La isla Misteriosa: una aparición corta pero potente. Claramente no existen estos cangrejos radioactivos en la realidad, pero el modelo no se aleja demasiado del cangrejo araña de Japón, que en su adultez llega a medir unos cuatro metros de largo con sus patas extendidas.


EN EL PLATO
Es enorme la variedad de comida que puede ingerir un cangrejo: vale mencionar que algunas especies hasta son capaces de filtrar partículas de comida del agua. Pero son pocos los depredadores de cangrejos. En primera instancia, sobrevolando gran parte de las costas del mundo, las gaviotas se presentan como un predador usual, como podemos ver en Buscando a Nemo. Lo que buscan son cangrejos y peces —y todo lo que se pueda comer, posiblemente. ¡Cómo olvidar a los cangrejos también queriendo comer peces y escapando hábilmente de las gaviotas con movimientos de arte marcial!
Fuera de las películas los cangrejos no poseen esas habilidades, aunque sí hay que admitir que hay algunos pequeños cangrejos muy hábiles. Por ejemplo, el cangrejo fantasma se esconde como ningún otro: su piel tiene un caparazón moteado color arena que lo ayuda a camuflarse con facilidad, y lo único que lo diferencia del suelo son sus ojos negros. Este pequeño crustáceo puede ir a más de veinte kilómetros por hora mientras se escabulle entre los granitos de arena.
Sin embargo, por mucho que las gaviotas estén dando vueltas, nunca logran comer más cangrejos que los humanos. Millones y millones de cangrejos son devorados cada año y no hay nadie que los defienda. Estas pequeñas criaturas han inspirado ideas y personajes brillantes, sin haber siquiera mencionado el rol inspirador que llevaron en la creación de tantos pokémons y digimons. En las calles no se ven carteles o movimientos masivos en contra de la pesca de cangrejos. Pobres cangrejos, si ellos no hicieron nada malo.



Ilustración por Julián Rodríguez F.Enero/Febrero 2015